Uno de los alimentos más desacreditados
en los últimos tiempos son los Carbohidratos
que junto con las proteínas y las grasas han sido denominados macronutrientes.
Además, muchos los han considerado como uno de los peores enemigos cuando de
adelgazar se trata, pero casi todo lo que se dice de los carbohidratos no es
cierto y por eso han aparecido las dietas
bajas en Carbohidratos.
La fuente principal de energía en el
organismo son los carbohidratos y la grasa ocupa el segundo lugar, pero esta última no puede ser utilizada por determinados tejidos, entre los que se
encuentra el cerebro, el cual usa como fuente principal de energía los
carbohidratos y por lo general el 50 o 60 por ciento de las calorías de una
dieta deben originarse de los carbohidratos. Asimismo 1 gramo de carbohidratos
aporta 4 calorías al igual que 1 gramo de proteína, entre tanto 1 gramo de
grasa aporta 9 calorías.
La gran mayoría de dietas para bajar
de peso están basadas en un consumo alto de proteínas y pocos carbohidratos
incluso a veces ninguno y con alto, medio o bajo contenido de grasas. En dichas
dietas se cubren unas 1000 calorías al
día con menos de 50 gramos de carbohidratos
y con 120 gramos o más de proteínas.
Así se pone especial importancia en la
restricción de carbohidratos, ignorándose por completo el contenido calórico de
los alimentos que contienen proteínas.
Teniendo en cuenta que la obesidad se
define como la acumulación excesiva de grasa (más del 30% del peso
corporal de grasa en mujeres y el 20% en
hombres), entonces hay que tener en cuenta que esta cantidad de grasa acumulada
sólo se puede perder cuando el gasto de calorías supera a la ingesta, por tal
razón ninguna dieta nutricional
donde se desea una disminución de peso
puede resultar eficaz mientras no exista una disminución en la ingesta de
calorías y un aumento en el gasto calórico.
Así que debemos enumerar algunas
desventajas, para tener en cuenta a la hora de decidir realizar esta clase de
dietas:
- Aumento en la concentración de ácido úrico en la sangre, que puede provocar episodios de gota en personas propensas a esta enfermedad
- Un alto consumo de proteínas puede originar sobrecarga para el riñón, ya que habrá una mayor pérdida de agua por la orina, provocando deshidratación, desencadenando así lesiones renales. Las pérdidas de agua pueden hacer perder hasta 4 kilos la primera semana (peso que se recupera al añadir de nuevo carbohidratos a la dieta)
- El bajo o ningún consumo de carbohidratos, hace que nuestro cuerpo destruya las proteínas de los músculos, convirtiéndolas en glucosa y así poder suplir las necesidades del organismo
- Los riesgos de desarrollar enfermedades del corazón aumentan, cuando la dieta es acompañada con un alto contenido de grasas
- Con frecuencia se presentan episodios de nauseas, presión arterial baja y fatiga al llevar a cabo cualquier actividad física, esto desaparece con la ingesta de carbohidratos, ya que sin los mismos el rendimiento deportivo disminuye y se experimenta gran debilidad y falta de fuerza para realizar las actividades cotidianas
- Osteoporosis y desmineralización ósea
- Casi siempre estas dietas son bajas en vitaminas y minerales
Viendo todo lo anterior podemos
concluir que este tipo de dietas sea un buen punto de inicio para lograr una
pérdida de peso prolongada y mucho menos que pueda ser un modelo de
alimentación para el resto de la vida.
Lo mejor para subir o bajar de peso es
llevar la dieta apropiada para nuestro organismo y además de una forma sana y
natural, es por eso que si quieres aprender un poco más en cuanto a dietas
nutricionales consulta aquí y no
olvides compartir esta información con tus amigos y familiares.
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